Internet como arma

Vivimos en una era en la que Internet, además de ser el mayor habilitador de negocio de la historia, se ha convertido en una de las armas más potentes del mundo moderno. La “weaponization of Internet” es una realidad que desde GrayHats vemos cada día en ciberataques dirigidos, no dirigidos, campañas de desinformación, interrupciones de infraestructuras críticas y secuestro digital de sistemas entre otros.

Muchas organizaciones siguen operando con una falsa sensación de seguridad, conectando a Internet activos de negocio que nunca deberían estar expuestos en un internet “abierto”: sistemas SCADA, ERPs, tiendas online, backups, cámaras, dispositivos IoT, redes internas, etc. ¿si no vendes en Kazajistán por qué tu tienda se puede acceder desde allí? ¿El resultado? Cualquier actor malicioso del mundo —desde un ciberdelincuente común hasta un grupo con respaldo estatal— puede ponerte a prueba, robarte, comprometer tu información o la continuidad del negocio sin necesidad de pisar el país, sólo moviendo su muñeca y sus dedos sentado desde su casa. 

Sí, internet también ha democratizado el cibercrimen, y sí, también la ciberguerra. Por ejemplo, cuando a un país se le mete un bloqueo económico que  les impide acceder sus cuentas bancarias o vender sus productos al exterior, es normal que vean este acto como una agresión, y haya actores que estén fuertemente motivados para obtener dinero “inbloqueable” como criptodivisas, de aquellos países que son responsables o colaboran con el bloqueo. En el contexto actual, esta es una amenaza real y gigantesca que no podemos obviar.

Entender que tener algo conectado a Internet es darle una puerta abierta al mundo entero, y que en ese mundo hay mucha gente que nos tiene ganas, es el primer paso para protegernos. Si tienes mando en alguna organización, es tu responsabilidad exigir y construir arquitecturas seguras, con visibilidad, control y capacidad de respuesta.

La ciberseguridad no es un coste, es una inversión en supervivencia.

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